En impresión digital existen diferentes técnicas, pero si hay una que ha ido cobrando protagonismo en los últimos años es la sublimación. Una técnica que no es novedosa, ya que su origen se remonta a los años 70, pero que ha demostrado tener muchas ventajas frente a otras, de ahí la importancia que ha alcanzado.
¿En qué consiste la sublimación? En este caso, el proceso de impresión tiene una base química. Los diseños se plasman en un papel de transferencia especial que se apoya sobre la superficie que se desea imprimir. Al aplicar calor, la tinta pasa a estado gaseoso e impregna la base, “fundiéndose” con ella.
La base, evidentemente, debe tener unas características especiales para que sea posible la sublimación. Esta técnica se aplica de manera especial en textiles, sin embargo, también es posible hacerlo en otro tipo de superficies que van desde cerámica a cristal o plástico.
Ventajas de la sublimación
En impresión digital, la calidad es un factor clave, y la sublimación permite conseguirla en soportes donde otras técnicas se quedan muy atrás. Ese es el gran beneficio de este procedimiento, pero tiene muchos otros:
– Su versatilidad permite que la sublimación se pueda emplear en soportes de características muy diferentes, tanto flexibles como rígidos. La sublimación se aplica sin problemas en textiles (camisetas, gorras, mochilas e incluso ropa de hogar), pero también en tazas, platos y otro tipo de objetos de superficies duras.
– Además, de ello, con la sublimación es posible imprimir el mismo diseño en diferentes soportes y en una misma tirada. Incluso se pueden cambiar colores sin grandes problemas.
– La sublimación es un sistema de impresión digital que ofrece resultados muy duraderos. La tinta es absorbida por el soporte hasta integrarse en él. Esto significa que el diseño no se levanta ni pierde calidad, salvo por el propio desgaste del producto.
– El nivel de detalle y de fidelidad al diseño es absoluto, con la sublimación se consigue una calidad fotográfica, de ahí que también se emplee a la hora de imprimir fotos e ilustraciones.
– La sublimación permite emplear una gama ilimitada de colores, ya se usan tintas CMYK. No solo en colores, también se puede imprimir con efectos particulares, como pueden ser brillos.
Es cierto que esta técnica de impresión digital tiene algunas limitaciones. Por un lado, solo se puede imprimir en fondos claros. Por otro, la composición de las telas debe ser en gran parte poliéster y otras superficies deben llevar un tratamiento específico. Sin embargo, sus beneficios hacen que estos inconvenientes pasen a un segundo plano.
Sublimación y publicidad
Ninguna otra técnica de impresión digital consigue un nivel de personalización tan elevado como el que se alcanza con la sublimación, de ahí que esta técnica sea muy empleada en todo lo que tenga que ver con marketing y publicidad.
Por su calidad y su resistencia, la sublimación se usa con mucha frecuencia en cartelería o en el diseño y creación de photocalls. Esta técnica se puede emplear en grandes formatos para dar forma a lonas y otros elementos publicitarios sin que la calidad del resultado se vea afectada, de ahí su gran ventaja.
Pero la sublimación también es común en embalajes cuando estos deban mostrar un acabado elegante y de auténtico lujo. Y, finalmente, esta técnica de impresión digital se ha impuesto en todo lo relacionado con el regalo promocional, dada esa facilidad para poder plasmar diseños únicos en todo tipo de soportes.
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