Las nuevas tecnologías ofrecen nuevos formatos y nuevos soportes donde guardar la información. Internet, por ejemplo, es una buena herramienta para ello y, en muchas ocasiones, vital para acceder a esa información. Sin embargo, no hace mucho la tecnología aún se encontraba en un estado primario y era el microfilm el soporte escogido para almacenar la información más valiosa.
No hace muchas décadas, el microfilm era la viva imagen de la modernidad tecnológica y la elegida por las grandes empresas, instituciones y organizaciones para almacenar la información y asegurar su permanencia en el tiempo sin los problemas que el paso de éste puede ocasionar en el acceso a su contenido.
Pero las nuevas tecnologías, en concreto las tecnologías de la información y la comunicación o TICs han evolucionado sobremanera a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, llegando hasta el siglo XXI con nuevos y prometedores soportes. El microfilm ha pasado a la historia pero también se pretende que pase a la historia pero por su valor la información y el contenido que muchos de estos archivos en microfilm contienen.
La digitalización del microfilm no solo sirve para conservar revistas, películas, publicaciones, planos… si no también libros de gran valor, archivos históricos e incluso catálogos de un valor incalculable. También formularios, expedientes administrativos o clínicos, albaranes… que por su valor empresarial y organizativo necesitan ser trasladados a otros formatos más actuales y más fácilmente accesibles.
Películas de 16 mm, microfichas de 105 mm… material importante por su contenido histórico, tanto para las empresas como para investigadores y que merece la pena tener en cuenta. Y es que la digitalización del microfilm permite mediante la conversación a formato electrónica llegar incluso a salvar ciertos documentos de gran valor de los problemas derivados del paso del tiempo.
Esta digitalización de microfilm por profesionales se realiza utilizando un software de tratamiento de imágenes en el escaneo, escáneres exclusivos de películas o microfichas, capturas automáticas para la generación de bases de datos según la codificación de cada película y programas específicos para la gestión de imágenes. Y todo ello en unas condiciones especiales para realizar un trabajo con la mayor de las garantías.